Propuesta de fortalecimiento del proyecto Ayuda sin Ayudar del Servicio de Trabajo Social del Hospital San Vicente de Paúl
Abstract
La presente investigación se realiza en el marco del Posgrado de Estudio de la Violencia Social y Familia de la Universidad Estatal a Distancia y tiene como finalidad estudiar desde la perspectiva de género lo estipulado en las Políticas del Sector Salud para el tratamiento de la persona con problemas derivados de consumo de alcohol, tabaco y otras drogas (Decreto Ejecutivo N°31-110 S) y el Protocolo del Proyecto Ayuda sin Ayudar desarrollado en el Servicio de Trabajo Social del Hospital San Vicente de Paul – Heredia en el periodo 2013-2014, respecto a la comprensión de la adicción y la codependencia.
Parte del reconocimiento de que la adicción es un problema complejo en el que se conjugan múltiples determinaciones de índole personal, social, cultural, económica y político; por lo que se requiere de un abordaje interdisciplinario, así como de políticas públicas planificadas y coordinadas.
Desde la perspectiva de género, se puede identificar que el consumo de SPA afecta de forma diferenciada a hombres y mujeres; ya que estructura relaciones asimétricas de poder, propiciando una distribución desigual de conocimientos, responsabilidades y derechos.
Las relaciones que la familia establece con la persona consumidora de SPA, también están permeadas por la categoría de género y por ende están mediadas por la construcción social de la identidad femenina y masculina hegemónicas y los roles que se derivan de éstas.
El género influye en los procesos adictivos en el sentido de crear y/o agudizar distinta sintomatología, perfiles, atribuciones causales; mediante instituciones depositarias de un poder delegado y sus discursos, prácticas o ejercicios de entrenamiento integrados en nuestra vida cotidiana.
Por lo anterior, las intervenciones deben ser desarrolladas no sólo a nivel individual sino familiar; brindando estrategias para favorecer y apoyar el proceso de tratamiento y rehabilitación de la persona consumidora