Técnicas para vivir y trabajar con niños y niñas de segundo grado, con déficit atencional de la escuela León Cortés Castro, Circuito 01, Cartago
Resumen
Desde 1867, se discute en Gran Bretaña sobre Déficit Atencional. En 1902, el pediatra británico George Still publica un estudio sobre veinte niños, a quienes describió como apasionados, desafiantes, malévolos y sin volición inhibitoria. Sugirió que sospechaba de una lesión cerebral sutil.
Su teoría se vio respaldada durante el período comprendido entre 1917 y 1918, cuando describió, por primera vez, el síndrome. Se correlaciono con un defecto intrínsico de tipo neurobiológico, luego de un brote extenso de encefalitis letárgica, en el que los niños y niñas sobrevivientes desarrollaron un cuadro similar al del desorden conocido como Disfunción Cerebral Mínima. Este término fue utilizado en relación con el síndrome hasta 1970, y conducía a entenderlo como una enfermedad.
Luego, el síndrome se denominó con el nombre de hiperquinesis o simplemente como el Síndrome del Niño Hiperactivo. “Las anormalidades en el comportamiento incluían, pero no estaban limitadas, a la hiperactividad, inatención, distractivilidad, reacciones súbitas de coraje, hostilidad, inmadurez, relaciones conflictivas con los compañeros, desafíos, desobediencia problemas severos de conducta o delincuencia, junto a la dislexia y otros problemas de aprendizaje.
En 1980, en la publicación del Manual de Diagnostico y Estadística (DSM III) de la Asociación Americana de psiquiatría, se define, por primera vez, el síndrome. Se le denomina, como Trastorno por Déficit de Atención. Se señala que las características esenciales son signos de inatención e impulsividad, percibidas como diferentes desde un punto de vista del desarrollo. Aparte, se agruparon otros problemas de comportamiento bajo la categoría de Trastornos de la Conducta. (1980, American psychiatric association)