El derecho a la intimidad y el uso del polígrafo o detector de mentiras
Fecha
2015-11-05Autor
Fallas Gomez AnaRuth, Ana Ruth
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
Los quebrantos que se producen al derecho a la intimidad en el mundo laboral ha motivado la realización de este trabajo. Razones económicas, de protección y también de dominación, hacen que empleadores apliquen técnicas ilegítimas para apropiarse del contenido de la vida privada del trabajador.
El mundo laboral actual está globalizado. De un país a otro se transmiten casi inmediatamente las diferentes formas de organización empresarial. La tecnología y el conocimiento, sirven como protección a la producción. Y ante la posibilidad de que fracase la economía productiva, los empresarios han utilizado diferentes maneras de controlar las actividades delictivas o de otro signo que ocurran a lo interno de la empresa, así como el de seleccionar el mejor personal posible. De allí que utilicen técnicas que han sido exclusivas en el ámbito policial, para asegurarse el dominio sobre los trabajadores. Ejemplo de ello es el uso del polígrafo o detector de mentiras.
En Costa Rica, se ha discutido jurisdiccionalmente la prueba resultante del
uso del polígrafo por organizaciones privadas. La Sala Segunda y la Sala
Constitucional, en sus pronunciamientos, han reprochado la aplicación de esta
técnica ilegítima y han manifestado la inconstitucionalidad de la misma1.
Por tratarse el derecho a la intimidad o vida privada, de un derecho fundamental inscrito en el Texto Constitucional, todo el análisis de esta investigación debe partir del Derecho Constitucional. Y justamente, a partir del estudio de las normas y principios constitucionales, se llega a concluir, que la utilización del polígrafo o detector de mentiras está prohibida en las relaciones laborales, sin interesar si es para fines económicos, de selección de personal o de sanciones disciplinarias de los trabajadores.
La hipótesis planteada es que la utilización del polígrafo o detector de mentiras viola el derecho a la intimidad y dignidad del trabajador.