Adolescentes madres demandadas en procesos de declaratoria de abandono, fallados en el Juzgado de Familia, Sección Niñez y Adolescencia, del Primer Circuito Judicial de San José, en el año 2003
Abstract
El presente trabajo intenta hacer un recorrido interpretativo por aquellas actuaciones y argumentaciones desde las que, la institucionalidad costarricense, dictamina y determina sobre la vida de las adolescentes madres que figuran como partes demandadas en procesos de declaratoria de abandono de sus hijas e hijos. Actuaciones y argumentaciones que, en no en pocas ocasiones encontramos sustentadas en posiciones ideológicas articuladas en torno a los principios ordenadores del patriarcado, el adultocentrismo y la estratificación social.
De particular interés ha sido revisar y relevar aquellos elementos que, de manera significativa, reflejan los dispositivos ideológicos que nutren esa intervención institucional desde la cual se decide promover y resolver sobre la terminación de los derechos parentales de las adolescentes, que pudieran evidenciarse múltiples expresiones de violentación a los derechos de que son titulares, como adolescentes, como mujeres y como madres.
Con ese fin se analiza y documenta la información contenida en el 100% de los expedientes de declaratoria de abandono contra adolescentes madres,
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fallados en el año 2003, por el Juzgado de Niñez y Adolescencia, del Primer Circuito Judicial de San José.
El reto asumido implicó constatar si la actuación administrativa y judicial examinada, era consistente con los principios del Enfoque de Derechos de la Niñez y la Adolescencia y la Perspectiva de Género; o si por el contrario los derechos de las adolescentes madres quedaban desprotegidos, o aún más, resultaban vulnerados, en el curso de dichos procesos.
El trabajo realizado nos lleva a concluir que, a pesar de los avances legislativos logrados en el país, en los procesos estudiados aún persiste una práctica institucional marcada por la desigualdad de oportunidades según sexo, la penalización de la pobreza y los enfoques “familistas” y adultocéntricos.
Todo lo anterior en concordancia con parámetros socialmente legitimados en torno al “ser mujer” y al “ejercicio de la maternidad” que, enmascarados en interpretaciones sesgadas del interés superior de las personas menores de edad y de nociones utilitarias de “disfuncionalidad”, de “rasgos abandónicos” y de “inmadurez”, sirven de mecanismos para justificar intervenciones hacia sectores imaginados y pensado desde afuera, a partir de la implacable y omnipotente estatura adulta/profesional/institucional.