dc.description.abstract | A partir de los años sesenta comienza a reinar un sentimiento de descriminalización y descarcelación entre la comunidad criminológica, producto de nuevas corrientes doctrinarias que señalan los efectos dañinos de la prisión y propugnan por medidas alternativas a la misma. Característica de estos movimientos es la crítica a un poder dominante del Estado y la constante búsqueda de una reivindiccación del poder a la comunidad1. Se considera a la cárcel como un instrumento de dominación por parte del Estado, resultado de la lucha de clases, cuyo costo es altísimo, comparado con los beneficios que son mínimos o inexistentes. Asimismo, se llama la atención sobre los efectos criminógenos de la misma pues, muy lejos de rehabilitar, crea criminales. Basados en la teoría del etiquetamiento o ´labeling` se desplaza la atención del individuo desviado a las formas de reaccionar a la desviación y se ofrece un enfoque más humano. Como resultado, se concluye que la cárcel marca o etiqueta a las personas, lo cual, hace imposible su resocialización | es_MX |