Derechos Humanos y Sobrepoblación Penitenciaria en Costa Rica: periodo 2008-2010
Abstract
Durante los últimos años la sociedad costarricense se ha visto afectada por un mayor nivel de inseguridad, a lo cual la ciudadanía ha hecho de conocimiento de la opinión pública la necesidad de un abordaje inmediato a esta situación. Entre las medidas que se han considerado como inmediatas e impostergables, está el uso de penas privativas de libertad para aquellas personas que entren en conflicto con la Ley.
Costa Rica ha sido víctima de una creciente corriente a nivel mundial denominada populismo punitivo visible en las políticas de “tolerancia cero” (en algunos casos de políticas de mano dura). Esta corriente supone que los problemas sociales de seguridad ciudadana deben solucionarse con medidas represivas en contra de la delincuencia, entre las cuales se ubican: mayor presencia policial en las calles, ampliación de las facultades policiales, nuevos tipos penales, el aumento de las penas privativas de libertad, reducción penal de la edad para juzgar personas menores de edad, mayores restricciones penitenciarias, legislación de emergencia para hacer frente a las amenazas de la delincuencia, entre otra muchas medidas de “acción inmediata” ante la problemática de la inseguridad. (Amaya, 2006)
En términos generales el populismo punitivo, supone que el sistema penal es un “alcahuete” que le facilita la vida a los delincuentes, y que es permisivo al no darles más y mayores penas, lo cual tiene en consecuencia que se considere necesario la ampliación del sistema penal de funcionamiento represivo y reactivo (endurecimiento del sistema penal) de este como respuesta primordial a la criminalidad, es decir, macropenalismo puro y duro. (Amaya, 2006)