Hacia una nueva lavandería para los hospitales México y San Juan de Dios. Estudio viabilidad técnico – financiero
Abstract
Las lavanderías de los Hospitales México llamada Lavandería Central y la del San Juan de Dios llamada Lavandería Zeledón Venegas, no sólo son las más grandes del sistema hospitalario, sino también del país. Su buen funcionamiento se refleja en las ropas limpias de cama y de sala, que todos los días están a disposición de pacientes y personal.
Las consecuencias de fallas en la prestación del servicio de lavandería, se ve inmediatamente reflejada como una baja en la calidad de los servicios que se prestan, en la mayor probabilidad de difusión de las infecciones intrahospitalarias, en la molestia que sufren los pacientes internados, en la cantidad de ropa que hay
que sustituir debido al daño sufrido por la falta de lavado y en el costo que se incurre adicionalmente ya sea como compra de servicios a terceros y compra de ropa desechable.
Es sin embargo, a pesar de su importancia, una actividad poco conocida y apreciada por funcionarios, asegurados y altas autoridades hospitalarias e institucionales Actualmente el principal problema en estas lavanderías es la obsolescencia de los equipos. La mayoría de ellos ha cumplido su vida útil, que internacionalmente se considera de diez años y en promedio los equipos más importantes, tienen treinta (30) y más años de estar operando entre dieciseis y veinticuatro horas del día. (# 1) lo que convierte el frecuente mantenimiento no sólo en oneroso; por este concepto la Lavandería Central pagó en el año 98, 504 millones de colones (# 1) , sino que además encuentra enormes dificultades para conseguir repuestos, por lo que algunos se improvisan y otros son inclusive fabricados en talleres de precisión externos o propios de las lavanderías.
Otro gran problema que enfrentan es que las plantas físicas en que están instaladas, fueron concebidas para otras condiciones, en cuanto a cantidad de ropa a procesar y por tanto en cuanto a cantidad y tipo de equipos a usar, amén de
que no se ha hecho en ellas ninguna inversión significativa que permita ampliarlas lo necesario, simplemente porque ya no hay espacio hacia donde hacerlo. Fueron concebidas sin pensar en el crecimiento de la demanda y la capacidad instalada.
Por último y tal vez más importante es la presión que ejercen especialmente, en el Hospital México, sobre los sistemas de apoyo, de los que depende un 100 %, como la electricidad, una falla de la cual, con toda probabilidad, provocaría
estragos entre los pacientes, dado que los circuitos en sistemas de emergencia y sostenibilidad de vida (# 2 ) son muy limitados.
Es por tanto importante que su infraestructura, que es de carácter meramente industrial y productivo no influya sobre los servicios médicos y que las condiciones de los equipos que emplean y sus métodos de lavado y a planchado, sean los más confiables, eficientes y adecuados, disponibles en el mercado