La privatización de las cárceles: El caso de Costa Rica
Fecha
2014-07-21Autor
Núñez Briceño, Edith
Rojas Vindas, Frania E.
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La internacionalización de la economía, los procesos dados por la unión de
países, el fortalecimiento de poderes locales, el aumento de participación de
organizaciones civiles en la realización de servicios sociales y la complejidad que se
viene manifestando de la propia sociedad, han llevado a que los Estados pierdan su
fuerza como un ente único. Muchos países de los cuales Costa Rica no es la excepción,
se ven sometidos a decisiones tomadas fuera de sus fronteras, por ejemplo, en los
Estados Unidos o por parte de las transnacionales. Por ello, sostener que el Estado
ostenta el monopolio del poder de decisión es, en la actualidad, un error.
Los procesos privatizadores de los servicios públicos que se iniciaron
fundamentalmente por las políticas neoliberales, han ido acompañados de una
disminución en la responsabilidad de los poderes del Estado. Un claro ejemplo es la
privatización de cárceles, ocurrida en varios países, que en el caso de Costa Rica se
concreta en el Centro de Atención Institucional de Pococí.
Se tiene así, que “...la incorporación de capital privado a la actividad
penitenciaria en países como Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia etc.,
justificada en la necesidad de dar solución a diferentes problemas tales como el
hacinamiento en los centros penitenciarios, la obsolencia del parque inmobiliario y del
equipamento, la baja capacidad de construcción por parte del Estado y principalmente para cumplir con el deber constitucional de respetar los derechos humanos de las personas privadas de libertad”1, ha hecho que los partidarios del neoliberalismo hayan convencido a varios gobiernos de la atractiva y beneficiosa idea de privatizar las cárceles en sus países.