dc.description.abstract | La educación como institución social, está llamada a ser la herramienta
fundamental en el desarrollo del nivel de vida del pueblo costarricense, de su
progreso económico, tecnológico y social, sin embargo, a pesar de los esfuerzos
declarativos del Estado, que apuntan hacia nuevas orientaciones en la educación,
hasta ahora, ésta no termina de dar el paso definitivo y significativo para
convertirse en transformadora social y económica.
La sociedad costarricense, tan necesitada de transformaciones socio
estructurales, ha decidido continuar con un modelo vertical de educación, donde el
docente y los contenidos son el centro del proceso de aprendizaje, privilegiando la
memoria y el pensamiento lógico racional por encima del pensamiento divergente,
creativo, crítico e investigativo, dando por resultado un modelo homogenizador de
conductas, comportamientos y competencias.
María Eugenia Dengo (citada en Pérez, 1981) al referirse a la historia del modelo
educativo costarricense, concuerda en la necesidad de su transformación:
Nuestra educación, rica en la inspiración que nuestros grandes maestros le
han legado, (...) se ha mantenido dentro de los cánones de un sistema
altamente selectivo, desarticulado en el engranaje de sus órganos internos,
desprovisto en los más de los casos de dimensión profunda para transformar
espiritualmente al hombre y, en ocasiones, casi anacrónico en cuanto a los
progresos de las técnicas pedagógicas del mundo actual y de la explosión de
conocimientos de nuestros días. (p. 3) | es_MX |